Desde el momento en que nos conocemos, desde que se intercambian las primeras miradas, desde que se produce el acogimiento en la escuela ya se genera algo entre nosotros, comienza la tan especial construcción del vínculo afectivo.
Construcción cuya base se asienta en transmitir confianza, otorgar la importancia de cada momento, dando su tiempo, lugar y espacio a cada niño para SER. Vínculo es establecer lazos, generar conexiones, vivir experiencias, celebrar logros y superar dificultades ofreciendo la seguridad necesaria para que se sientan aceptados y protegidos.
Lazos que se construyen en el maravilloso espacio de la escuela entre niños, familias y educadoras. Este simple y a la vez complejo concepto marca la diferencia educativa. En nuestra escuela, vivimos el vínculo desde nuestra propia piel, sintiéndolo como la sensibilidad de ajustarnos a cada niño, respetando, estando, con la permeabilidad para escuchar, observar y facilitar lo que necesitan en su desarrollo.
