miércoles, 16 de septiembre de 2015

El periodo de adaptación en la Escuela Infantil

En torno a estas fechas, siempre hablamos de lo que implica el proceso de adaptación a la Escuela Infantil. El tema gira en torno a quién se adapta, cómo podemos ayudar a que este proceso se realice de la manera más adecuada posible… pero pocas veces hablamos de adaptaciones más tardías. 

Hay muchos niños que en un principio entran en la Escuela con una sonrisa, juegan, disfrutan... y de repente, después de haber pasado un mes, se quedan llorando por primera vez al despedirse de sus papás. Pues bien, esta situación ocurre más veces de las que pensamos y normalmente tendemos a intentar cortar por lo sano con estos llantos y tristezas, sin parar a pensar que realmente es lo que los niños necesitan en ese momento. 


“No llores, en la Escuela no se llora, hay que estar contento.” Son frases que todos oímos durante este periodo de adaptación, pero ¿por qué no dejar que lloren y se desahoguen libremente? 

Nosotros como adultos necesitamos en determinados momentos estar tristes, afrontar un duelo para poder superar el obstáculo que se nos  presenta, sentir rabia o frustración, para después ser capaces de valorar todo lo anterior e integrarlo con lo nuevo. 

Pues bien, a los niños les sucede lo mismo. En estos momentos, hay que acompañarles, respetar que se sientan tristes, proporcionarles nuestro cariño y cercanía, contenerles en todo momento y ofrecerles un espacio para que puedan sentirse calmados. Acompañemos con palabras y hablemos de forma natural sobre este proceso y en el que todos estamos adaptándonos. 

Susana Quesada
Directora Escuela Infantil Hospital de Fuenlabrada