Entregamos a los niños cámaras desechables. Les mostramos cómo era su funcionamiento. Primero se gira una ruleta y luego le damos al botón, cuando suena “clak” significa que la foto está hecha, y entonces volvemos a empezar.
Escogimos el patio como espacio de experimentación por ser un espacio abierto y de infinitas posibilidades.
El taller ha tenido una duración de un mes.
El taller ofrece además a los adultos la oportunidad de entender como los niños ven el mundo que les rodea, lo rápido que funciona y su perspectiva.
“No es lo mismo ver el mundo a 1,80m de altura que verlo a 50cm”
Muchas de las fotos están distorsionadas y otras aparecen con gran calidad, dependiendo de la edad del fotógrafo.
Os invitamos a que os pongáis a su altura y entendáis que a veces el mundo se mueve más rápido de lo que nosotros los adultos podemos llegar a pensar.
“Lo que parece no siempre
es lo que es, y lo que es no siempre es lo que parece, la percepción crea
nuestra propia realidad”
Rob McBride